
El fútbol sala es una variante del fútbol que se juega en un campo más pequeño con cinco jugadores por equipo. Es uno de los deportes más populares en todo el mundo y se juega tanto por diversión como a nivel profesional.
Uno de los aspectos más interesantes del fútbol sala es la duración de sus partidos. A diferencia del fútbol tradicional, que se juega en dos tiempos de 45 minutos, el fútbol sala tiene una duración más corta y dinámica.
Según las reglas oficiales de la FIFA, un partido de fútbol sala tiene una duración de 40 minutos, divididos en dos tiempos de 20 minutos cada uno. Entre cada tiempo hay un descanso de 10 minutos. Este tiempo de juego es lo suficientemente corto como para mantener la emoción y la intensidad a lo largo del partido.
El reloj del partido se detiene en caso de lesión, expulsión, interrupciones prolongadas o cualquier otra razón que el árbitro considere legítima. Esta pausa en el reloj asegura que el tiempo de cada partido sea equitativo y justo para ambas partes.
En los partidos de fútbol sala, los jugadores tienen que mantener el ritmo y la concentración durante todo el partido. El terreno de juego es más pequeño que el de fútbol tradicional, lo que hace que el juego sea más rápido y las tácticas de los equipos deben ser más efectivas y precisas. Esto hace que el fútbol sala sea un juego muy emocionante y lleno de sorpresas.
Otro factor importante en la duración de los partidos de fútbol sala es la frecuencia de las faltas y de la tarjetas amarillas y rojas, que se aplican con más frecuencia debido a la naturaleza del juego. Las faltas técnicas y las entradas fuertes son más comunes en el fútbol sala debido al espacio reducido, lo que aumenta la probabilidad de lesiones y de actitudes violentas. Por esta razón, los árbitros son muy rigurosos en la aplicación de las reglas, lo que puede provocar una interrupción temporal en el juego.
En conclusión, un partido de fútbol sala tiene una duración de 40 minutos, divididos en dos tiempos de 20 minutos cada uno y un descanso de 10 minutos. Durante este tiempo, los jugadores deben mantener el ritmo y la concentración en un juego lleno de emociones y de sorpresas. Las interrupciones se aplican de acuerdo con las reglas de la FIFA, con el fin de garantizar un juego justo y equitativo para ambos equipos.