Desarrollar una mentalidad de base – 8 características de los grandes bases

por | septiembre 19, 2022

Desarrollar habilidades de pentaguard es un proceso tedioso, cuidadoso y lento. Los entrenadores pueden desarrollar grandes bases si entienden bien el aspecto mental del juego primero. Los grandes bases son duros, desinteresados, entienden el juego y son mentalmente fuertes. Un base ganador se hace cargo cuando el juego está en juego y hace que todos los demás sean mejores con su presencia.

Los jugadores nunca son demasiado jóvenes para comenzar a aprender las verdades del juego. Comenzando con lo básico, un jugador joven debe sentirse cómodo regateando, pasando, disparando y jugando a la defensiva. A medida que los jugadores se desarrollan físicamente, también adquieren conocimientos sobre cómo jugar. Este desarrollo es clave para los bases porque su posición es la más importante en la cancha. Un buen base hace que un equipo funcione.

Las siguientes ocho habilidades son esenciales para un gran guardia.

  • Estudia y comprende a tus compañeros-El mariscal de campo conoce a cada uno de sus compañeros por dentro y por fuera más que nadie en el campo. Conoce todos los roles del equipo y tiene como prioridad potenciar cada uno de sus puntos fuertes. Sabe cómo ponerlos en situaciones en las que todos los jugadores pueden tener éxito. Por ejemplo, un jugador de poste tiene la tarea de publicar en bloques y no lanzar al perímetro. Sus habilidades y destrezas impactarán más al equipo jugando alrededor de la canasta. Los roles son cruciales para los buenos equipos, y un base puede fortalecer la unidad de un equipo con buenas habilidades de liderazgo.
  • Sé un entrenador en la cancha y en el vestuario.-Un buen base toma la filosofía de juego de su entrenador y la inculca en la cancha. Saber lo que quiere y no quiere un entrenador es un rasgo raro entre los jugadores. Por ejemplo, si la filosofía del equipo es hacer el mayor número posible de triples, el base debe poner frecuentemente el balón en manos del delantero en posiciones de gol. Si el estilo de juego es empujar el balón por el suelo, el base debe preparar el contraataque, empujarlo con fuerza y ​​atacar a la defensa. El término «entrenador en la cancha» pertenece a los grandes armadores.
  • Gánate la confianza de los jugadores– Para que el equipo siga al líder, deben creer que él hará todo por ellos. No solo tiene que jugar muy duro, sino que puede motivar a sus compañeros de equipo a hacer lo mismo. Sin confianza en su piso general, el equipo sigue siendo vulnerable.
  • Establecer el tono en la práctica-Tu guardia debe entender cómo la práctica tiene éxito y cuál es el propósito de la práctica. Al servir como modelo, puede marcar el ritmo de las buenas prácticas. Por el contrario, cuando un líder no está dispuesto a darlo todo, el equipo sufrirá con una mala práctica.
  • Conocimiento de todas las situaciones posibles.-Entender qué hacer en cada situación es responsabilidad de un gran base. Necesita saber quién está jugando y cómo preparar a sus compañeros de equipo para tener éxito. Ofensivamente, el plan de juego debe ejecutarse a la perfección. Un buen tiro, un pase inteligente y una buena proyección son imprescindibles y pueden ser dictados por el base. Los bases son los encargados de saber siempre el tiempo y el marcador, la importancia de cada rango y controlar el ritmo. Tiene que ser consciente de lo que está pasando y lo que hay que hacer en ambos extremos de la cancha. Es una buena prueba ver a un líder hacerse cargo de un juego en una victoria. Cuando su equipo se queda sin tiempo, los grandes jugadores se encargan de hacer lo que sea necesario para ganar.
  • Desinterés-Muchos entrenadores interpretan esto como que un base no debe intentar anotar. No es así, especialmente si anotar es el fuerte de tu punto. Ser desinteresado significa que a veces sacrificará su propio juego para encontrar mejores oportunidades para sus compañeros de equipo. Los grandes bases siempre mejoran a los demás con su presencia en la cancha.
  • Liderazgo de defensa-Una gran asistencia para ayudar a un compañero de equipo es excelente, pero no puede igualar el impacto de un juego defensivo sólido. La defensa gana juegos y cualquier jugador ayuda a su equipo a ganar al forzar una pérdida de balón. A veces es más difícil inspirar a los equipos para que jueguen a la defensiva. Los jugadores aman la ofensiva y toleran la defensa. Un gran armador puede llevar a un equipo a dominar el lado defensivo de la cancha.
  • Gestionar el éxito y el fracaso en perspectiva– La competencia atlética es un flujo constante de altibajos. Los jugadores jóvenes a menudo se ven muy influenciados por los resultados de los juegos. Al construir un base sólido, le dará a su equipo un compañero que pueda mantenerlo fuerte. Ganar a menudo genera complacencia en un equipo, y un buen base puede mantener el éxito en perspectiva. Por el contrario, la derrota puede ser difícil para un equipo. Los buenos armadores son capaces de animar al equipo con su dureza y ética de trabajo. Este rasgo es la base de todos los grandes bases armadores.

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