
La cancha de baloncesto es el lugar donde se practica y se disputan los partidos de este deporte tan popular en todo el mundo. Las dimensiones de la cancha son de 28 metros de largo por 15 metros de ancho, aunque en algunos casos pueden variar ligeramente.
La cancha de baloncesto está dividida en dos mitades, separadas por la línea del medio. Cada mitad está dividida en un cuadrado y dos rectángulos. En el cuadrado central se encuentra el círculo central, donde se realiza el salto inicial para empezar el partido. Ambos equipos deberán tener un jugador en cada cuadrado de sus respectivas áreas.
En cada extremo de la cancha se encuentra el aro, a una altura de 3,05 metros, con una red colgada de él. El objeto del juego es introducir la pelota en el aro del equipo contrario y evitar que ellos hagan lo mismo en nuestro aro.
Las líneas de banda y de fondo marcan los límites de la cancha y son utilizadas para definir las faltas o situaciones de fuera de límites. Además, la línea de tiros libres se encuentra a una distancia de 4,60 metros desde la línea de fondo y a 5,80 metros desde el aro. Los tiros libres se ejecutan desde esta línea en caso de faltas o infracciones.
Las canchas de baloncesto pueden variar en su superficie, aunque la mayoría están hechas de madera, cemento o pavimento asfáltico. En cualquier caso, la superficie debe estar en buenas condiciones, sin agujeros ni desniveles que puedan poner en riesgo a los jugadores.
En resumen, la cancha de baloncesto es un escenario fundamental para la práctica y la competición de este deporte. Una superficie bien acondicionada y unas líneas claramente definidas son esenciales para garantizar la seguridad de los jugadores y el correcto desarrollo del juego. Por eso, es importante cuidar y mantener las canchas de baloncesto en buenas condiciones para poder disfrutar al máximo del deporte.